Con la llegada de la primavera y el florecimiento de las flores, hay algo que la humanidad espera con temor. Sí, la siempre problemática temporada de alergias al polen ha llegado para contaminar a sus víctimas una vez más, pero no son sus narices las que se suenan.

Gracias a los milagros de la evolución, el proceso reproductivo de las plantas ya no produce los diminutos granos amarillos que estimulan la nariz. En cambio, ahora producen hermosas niñas y niños que flotan alegremente por el aire, estimulando otras partes del cuerpo, lo deseen o no. Gemidos de éxtasis y frenesí resuenan por todo el mundo de quienes buscan desesperadamente alivio.

Aunque las calles están blancas de fluidos corporales, la gente está lejos de aliviar sus problemas sexuales; afortunadamente, ¡es el momento perfecto para buscar soluciones! La inspiración se encuentra en cada esquina, ya que los encuentros con los seres polínicos revelan tanto sentimientos ocultos como una atractiva fisicalidad. Independientemente del clímax que alcance cada persona, una cosa es segura: ningún pañuelo será suficiente para esta temporada de alergias.